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martes, 17 de junio de 2014

También me futbolicé



Con esto del mundial Brasil 2014 es inevitable.
Todo el mundo habla de fútbol. La televisión hace programas especiales y transmite los partidos al igual que algunas radios.  Las noticias giran en torno al mundial.
Así que si no puedes contra ellos, úneteles.
Por lo tanto ya estoy inscrita en la oficina para entrar a la sala de reuniones donde tendremos acceso unos pocos para ver el partido de mañana miércoles y el del lunes, ya que ambos son en horario de trabajo.
Hasta me tejí un gorrito tricolor para estar ad-hoc a la ocasión.
No es algo que me desagrade tanto,  sobretodo tratándose de la Selección que es el equipo de todos, como dicen.
Es entretenido ser parte de la barra que apoya y grita cada vez que se acercan al arco contrario o el equipo contrario se acerca al nuestro.

Vamos que se puede… ¡Chi-Chi-Chi… Le-Le-Le!

viernes, 6 de junio de 2014

Recuerdos que duelen.




Hace unos días tuve un encuentro un poco extraño.  Sin pensarlo fui a dar con un Sacerdote y tuve la posibilidad de contarle una parte de mi vida.  Hacía tiempo que no hablaba cara a cara con un cura.  Era un viejito bonachón.  De trato amable, "muy cercano" fue como me lo describieron.  Y en verdad era así. 
La conversación giró en torno a la época de mi vida en que era "señora".  Se trató de mi matrimonio y la posibilidad de anular el matrimonio eclesiástico, ya que el legal lo anulé hace más de 12 años.
Obviamente las lágrimas fueron las convidadas de piedra.  Fue inevitable no llorar recordando una época en la que pensaba que tenía el mundo en mis manos, hasta que poco a poco, a medida que pasaban los años, el mundo se me fue haciendo pesado y ya no fui capaz de sostenerlo, hasta que finalmente cayó pesadamente.
Y a pesar de los años que han pasado y de todo lo posteriormente vivido, aún duele.  Las heridas no han sanado. Quedaron cicatrices profundas que se intenta disimular.. pero ahí están... y al pasarlas a llevar, duelen.