No es el estrés de la vida diaria, no es la
maternidad, no es el paso de los años. La principal causa de la falta de deseo
en las mujeres sería la monogamia.
Contrario a lo que
se ha creído en el mundo occidental por cientos y tal vez miles de años,
las mujeres no son más monógamas que los hombres, es más, el estar involucradas
en una relación de años afecta en mayor proporción nuestra vida sexual.
No faltarán
quienes dirán que a los hombres les pasa lo mismo, pero una investigación
realizada en Alemania, en la Universidad de Hamburg-Eppendorf, por el profesor
Dietrich Klusmann, reunió a 2.500 personas, monógamas y heterosexuales e
investigó su comportamiento sexual durante largo tiempo,
La conclusión fue
preocupante, yo diría más para los hombres casados que para nosotras. Ocurre
que el científico analizó el deseo sexual de sus voluntarios considerando las
etapas de las relaciones de pareja en la que se encontraban.
Así, tanto damas
como caballeros que estaban en una fase inicial de las relaciones
registraron mayores niveles de deseo sexual y compromiso hacia sus compañeros.
Mientras que los que llevaban más tiempo registraron menores índices de
atractivo sexual hacia sus parejas
Nada nuevo dirán
algunos, pero ocurre que el problema afectaba más a las mujeres con el paso de
los años, contrariamente a lo que se suele pensar. De acuerdo al estudio de
Dietrich, las señoras que tenían relaciones monógamas de entre uno y
cuatro años, registraban una fuerte disminución del deseo sexual, lo que sin
duda producía problemas en la pareja, porque los hombres, si bien ven mermado
su deseo, la baja no es tan pronunciada como en el caso de las féminas.
Las últimas semanas el tema ha
vuelto a estar en la polémica dados los avances en relación a la
comercialización del viagra femenino. Y precisamente en el tópico relacionado
con el estudio de Dietrich es donde está el inconveniente, dado que aún no se
sabe si el medicamento para reavivar el deseo femenino, sea capaz de combatir
el aburrimiento causado por la culpable de la gran causa de la mayor parte de
las disfunciones sexuales de las mujeres: la monogamia.
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